El mantenimiento en los barcos es un aspecto a tener muy en cuenta. Siempre es importante un buen estudio del mantenimiento sobre el para que este alargue su vida útil lo máximo posible.
Sin un buen mantenimiento, el barco ve lastrado su capacidad de funcionamiento, parando en puerto, lo que acarrea grandes costes finales. Una parada en puerto para reparación supone un tiempo sin funcionamiento del mismo, y por ende, de un tiempo sin generar beneficio. Además, las reparaciones suponen un coste que inicialmente no se tenía previsto por lo que se deben evitar en la medida de lo posible.
Los barcos necesitan de una estructura y un casco en perfectas condiciones para una navegabilidad óptima. La corrosión y un mal recubrimiento son aspectos a evitar en la medida de lo posible.
Es por eso que el mantenimiento en el sector naval es un factor que condiciona de manera drástica el proceso de explotación de un barco. Estos trabajan en un ambiente muy severo, ya sea por las condiciones climatológicas o por el hecho de trabajar en aguas que ejercen sobre él unas fuerzas dinámicas. Esto acarrea a que el peligro por accidente o fallo se vea incrementado. Por ello, el mantenimiento en el sector naval es un aspecto muy importante a tener en cuenta.
Por otro lado, el impacto medioambiental también se ve influenciado. Con un buen mantenimiento y protección del casco del barco con los métodos y técnicas apropiadas, se puede dar una reducción de la rugosidad del casco y a su vez una reducción de la resistencia al avance que sufre el barco, y por ende, el consumo de él se verá reducido así como las emisiones y costes.
Se ha hablado de que un mal mantenimiento puede acarrear costes no previstos, varadas innecesarias que aumenten el tiempo en puerto, retrasando así pedidos y operaciones empresariales. Pero, en casos más extremos, un mal mantenimiento puede llevar al hundimiento del barco, lo que conlleva grandes pérdidas económicas, medioambientales, y humanas.